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Nosotros, MISIONEROS GUADALUPANOS, somos una Comunidad de Bautizados, llamados a ser portadores del Amor de Dios a nuestro prójimo, entregados totalmente a su servicio, especialmente a los mas pobres y necesitados. Con la gran tarea de predicar y vivir una auténtica renovación de la vida cristiana en el pueblo de Dios. Compartiendo los mismos sentimientos de Cristo, que no vino a ser servido, sino a servir. Y con una profunda devoción a la Santísima Virgen de Guadalupe, a quien encomendamos nuestra misión.
Ella, Santa María de Guadalupe, Madre de Jesucristo y Madre nuestra, ha estado muy cerca de nosotros, nos ha acogido, ha cuidado nuestras personas y trabajos, ha aumentado nuestra fe en su hijo Jesucristo, nos ha cobijado como a San Juan Diego, en el pliegue de su manto, nos ha consolado y animado con sus palabras: "Acaso no estoy yo aquí que soy tu Madre ?, no estás bajo mi sombra y resguardo ?, no soy yo la fuente de tu alegría ?, no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos ? (Nican Mopohua, nn. 118-119).
Así pues, confiamos a Santa María de Guadalupe, primera discípula y misionera al servicio de la vida, del amor y de la paz, a nuestra comunidad misionera.
Nosotros, con la fuerza y guía del Espíritu Santo, junto con nuestro Pastor, José Luis Ramirez, Amigo y Obispo, sacerdotes, diáconos, ministros y fieles de nuestra comunidad y con toda la Iglesia Santa de Dios, convocamos a todos nuestros hermanos y hermanas, para que, unidos con fe y gran entusiasmo, avancemos en la reconstrucción de nuestra salvación.
Nosotros, manteniendo íntegra nuestra identidad católica, somos una organización autónoma e independiente financiera y políticamente de otras organizaciones, pero en comunión espiritual con todas las Iglesias de Dios. Por tanto, estamos en comunión con todos los creyentes que adoran al Padre en espíritu y verdad como nos lo enseña Jesús, Nuestro Maestro (Juan 4, 23).
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